En visita a los dos extremos del pantano del Ebro parece claro que el nivel de las aguas está muy bajo y que los avistamientos de limícolas resultan escasos para lo que estamos acostumbrados en estas fechas.
En la orilla más occidental, correspondiente a Cabañas de Virtus, tan solo he podido ver como más interesante dos garcetas comunes (Egretta garzetta), un andarríos chico (Actitis hipoleucos) y algunas patiamarillas (Larus michahellis).
En la zona opuesta, Requejo-Villafría, algo más entretenido destacando dos porrones moñudos (Aythya fuligula), siete archibebes claros (Tringa nebularia), cuatro andarríos chicos, dos andarríos grandes (Tringa ochropus), varias gaviotas reidoras (Larus ridibundus) y patiamarillas.
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